La Máquina de Pensar en Gladys

Terminé de leer ‘La Máquina de Pensar en Gladys’, de Levrero, y está muy bueno. Es absolutamente desigual en el nivel de las historias que se agrupan fácilmente en dos tipos, largas y cortas. Las cortas son anécdotas que twisteadas un poco perfectamente podrían ser parte de un libro de Alcuri, por los planteos delirantes que hace, y realmente no me gustaron y me dejaron pensando simplemente “Ok, ¿Y?”. Las largas es otra historia totalmente distinta y son lo que hace al libro altamente recomendable.

Lo que sí es consistente en ambos tipos de historias son planteos fantásticos, de universos alternativos muy similares al nuestro, pero donde alguna cosita funciona de forma totalmente distinta, pero expresados con un estilo “show, don’t tell” que los hace absolutamente intrigantes. Queremos meternos en esos mundos y averiguar más sobre cómo funcionan. Se me ocurren comparaciones con la Dimensión Desconocida, sobre el tipo de escenarios que Levrero construye.

Los cuentos que recomiendo son los siguientes. ‘El sótano’, una suerte de versión criolla de Alicia en el País de las Maravillas. ‘La casa abandonada’, un relato donde se describe la forma y el funcionamiento de distintas habitaciones de una casa. Cada cuarto es un mundo distinto, con reglas y personajes propios. A medida que avanzaba me preguntaba por el impacto de cada cuarto en los otros, previamente descritos. Levrero prevé esto y da respuestas, formando un retrato fascinante de un lugar, nada más.

Mi favorito resultó ‘Gelatina’, donde se relata la vida en una ciudad asediada por una gelatina asesina que la rodea y que en unos años terminará por destruirla. Es la típica historia de mundo post-apocalíptico onda Fallout, con descripción de sectores y facciones. Es muy atractivo. Hace énfasis en aspectos naturales de la vida en un contexto así, donde básicamente todos los personajes son hurgadores. Hay descripciones de cómo es la vida en hacinamiento, como son los olores, como es la búsqueda de suministros, y como es el sexo. Se aplica perfectamente a la situación de muchas personas hoy, y pensarlo en esos términos me resultó conmovedor.

Y si, tiene un cuento de cómo seis páginas que se desarrolla en una sola oración. Brillante, masterfully executed, imposible de seguir. Hasta ahí no llego.