martes, 19 de octubre de 2010

Doctor, me duele acá. No. Acá.

Llega un momento que prácticamente lo único que recordás sentir es dolor. Y siempre dolor por el mismo tema. Día tras día, noche tras noche, semana a semana, mes a mes. Cuando de a poco se empieza a ir, aunque no lo sentís tanto, sigue estando presente. Y ya lo sentiste tanto que te olvidaste como se sentían otras cosas que también dolían. Cuando esas otras cosas duelen, como el único dolor que recordás es el permanente, el que sentís de hace meses, en lugar de darte cuenta que te duele algo nuevo, pensás que te sigue doliendo lo viejo. Aunque no sea eso lo que duele. Y en ese momento, revolviéndote una vez más en el recuerdo del dolor viejo, revivís todo lo que pasaste y ahí sí, realmente, logras sentir el dolor viejo de vuelta, perpetuándolo.

Y así vive por siempre.

Y perdés la capacidad de darte cuenta que es lo que realmente te lastima y realmente tenés que arreglar.

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